Cinco mujeres se reúnen para tomar el té, religiosamente, una vez al mes desde hace sesenta años. Se conocieron en un colegio religioso de Santiago de Chile y desde entonces el país ha cambiado mucho. Ríen, hablan y discuten con autoridad sobre las formas de vida actuales que creen incomprensibles. Aunque tienen personalidades muy diferentes llevan tanto tiempo compartiendo momentos juntas que se perdonan todos los reproches. Sesenta años pasan a ser sesenta y uno, sesenta y dos, sesenta y tres… y cada mes la tetera se vuelve a llenar de agua caliente. Sus reuniones, a veces cómicas, pero siempre llenas de amor, construyen una divertida reflexión sobre la juventud, el paso del tiempo y la amistad.