Mark Landis es posiblemente el falsificador de art más prolífico de la historia de los Estados Unidos.
Mark Landis es posiblemente el falsificador de art más prolífico de la historia de los Estados Unidos. Durante 30 años ha engañado a los responsables de museos de todo el país con imitaciones precisas de todo tipo, desde obras de arte del siglo XV hasta piezas de Picasso. Sus acciones son misteriosas: aunque podría ganar millones de dólares vendiendo sus falsificaciones, hace donaciones disfrazado de cura o de generoso filántropo. Matthew Leininger, Jefe de Registro del Museo de Cincinatti, tiene una obsesión desde que Landis logró engañarlo con una de sus creaciones: perseguirlo y detenerlo definitivamente. Lo que empieza como un juego del gato y el ratón se convierte en algo sorprendente y mucho más complicado, demostrando una vez más que la realidad muchas veces supera la ficción.