Amer vio a Raghda por primera vez hace 20 años en la prisión. La liberación inesperada de Raghda coincide con el estallido de la primavera árabe en Siria y se intensifica la represión contra los activistas políticos.
Amer vio a Raghda por primera vez hace 20 años en la prisión. Le habían dado una paliza y tenía la cara llena de sangre. Empezaron a hablar a través de un pequeño agujero que hicieron en la pared que separaba sus celdas. Se enamoraron y, cuando salieron, de la cárcel formaron una familia.
El 2009, Raghda vuelve a estar en prisión por motivos políticos y Amer tiene que cuidar solo de sus 4 hijos. La liberación inesperada de Raghda coincide con el estallido de la primavera árabe en Siria y se intensifica la represión contra los activistas políticos. Detienen a Sean McAllister, director de la película, y la familia se marcha al Líbano con la intención de buscar asilo político en Francia. McAllister sigue su historia durante cinco años, a lo largo de los cuales la impotencia de Raghda al ver el sufrimiento de su país en la distancia se hace insoportable.
El exilio erosiona la relación de pareja, conduciéndolos hacia una situación delicada, que implica escoger entre el amor, la revolución y la familia.