El director y su familia empiezan una dieta del petróleo que les cuestionará sus valores, fuerza de voluntad y felicidad.
El director John Webster convence a su mujer y sus dos hijos para que toda su familia empiece una dieta del petróleo durante un año entero, pero sin abandonar su estilo de vida suburbano de familia de clase media. La experiencia se convierte en una comedia de errores: acaban cuestionando sus valores, poniendo a prueba su fuerza de voluntad, y en última instancia, su felicidad. El director apunta: “Un film sobre el cambio climático puede tener fe en la humanidad y esperanza en el futuro pero éste está hecho de algo más grande, como dijo mi mujer: quizás yo hice éste film por convicción pero ella (y mis hijos) por amor.”