Una joven pareja de biólogos llegan a la hostil Tierra del Fuego, en la Patagonia chilena, para investigar una devastadora plaga de castores.
Una joven pareja de biólogos llegan a la hostil Tierra del Fuego, en la Patagonia chilena, para investigar una devastadora plaga de castores que está destruyendo el ecosistema de la zona.
En el año 1946 se introdujeron 50 especies de castores en la isla más austral de Sudamérica con la intención de impulsar el negocio de las pieles. Casi 70 años más tarde, los castores se han multiplicado por todos los rincones del paisaje. Devoran los troncos de los arboles, construyen presas en medio de los ríos, matan las plantas que protegen los pingüinos del viento y convierten la naturaleza salvaje en campos de pastura. Los habitantes de la zona sienten un odio profundo hacia los castores y simpatizan con la determinación de los biólogos de terminar con la plaga.
Pero su misión no será fácil: los castores son expertos del camuflaje, trabajan silenciosamente durante la noche y desaparecen con la luz del sol.