Hatidze se dedica a criar colonias de abejas en unas cestas hechas a mano. Gracias a un ritual secreto, el preciado líquido que producen, no se agota nunca.
En una región remota y montañosa de los Balcanes, Hatidze Muratova vive con su madre enferma en un pueblecito sin carreteras, ni electricidad ni agua corriente. Ella se dedica a criar colonias de abejas en unas cestas hechas a mano que deja escondidas entre las rocas. Gracias a un ritual secreto, el preciado líquido que producen, no se agota nunca. Sin protección ni ayuda, es capaz de amansarlas para poder extraer la miel y venderla a la ciudad más próxima.
La llegada de una familia nómada con su furgoneta destartalada, siete hijos inquietos y un rebaño de ganado parece estorbar la paz de Hatidze y de sus abejas. En un primer momento, los recibe con los brazos abiertos, ofreciendo su afecto, su brandy y sus consejos de apicultura. Pero no pasa mucho tiempo antes de que Hussein, el patriarca de la familia nómada, visualice la oportunidad para poner en práctica sus intereses comerciales con la miel para poder alimentar a sus niños.
A pesar de que la llegada de la familia proporciona compañía y alivio a la soledad de Hatidze, también provoca un descalabro en el orden natural de la zona y una amenaza a sus medios de supervivencia. Un retrato sobrecogedor que habla sobre la desaparición de una forma de vida, y que evidencia el frágil equilibrio entre humanidad y naturaleza a través de la mirada de una mujer resiliente y extraordinaria.