Gena, una artista LGBTIQ+ de un pequeño pueblo de Rusia, se viste con trajes de otro mundo hechos de chatarra y cinta adhesiva, y protesta contra el gobierno en las calles de Moscú. Nacida y criada en las duras calles de Magadán, un gélido lugar del antiguo gulag soviético, Gena sólo tiene 21 años. Organiza actuaciones radicales en público que se convierten en una nueva forma de arte y activismo. Con ello quiere cambiar la percepción que la gente tiene de la belleza y la homosexualidad, y llamar la atención sobre el acoso que sufre la comunidad LGBTQ+. Las actuaciones -a menudo oscuras, extrañas, evocadoras y de esencia queer- son una manifestación del subconsciente de Gena. Pero tienen un precio.