En los EE.UU., Julie Keith y su familia encontraron un mensaje de socorro escondido en una caja de decoraciones de Halloween Made in China.
En los EE.UU., Julie Keith y su familia encontraron un mensaje de socorro escondido en una caja de decoraciones de Halloween Made in China. La nota, desesperada, la escribía un preso político chino llamado Sun Yi desde el campo de trabajo de Masanjia, a más de 5.000 kilómetros de distancia. El descubrimiento de esa nota, donde declaraba ser encarcelado por sus creencias espirituales y sometido a tácticas de tortura por las autoridades chinas, se hizo viral en todo el mundo y provocó el cierre del campo de trabajo. Una vez en libertad, Sun Yi declaró ser el autor de aquella carta y pasó a vivir bajo el punto de mira del gobierno chino.
Leon Lee, cineasta canadiense, quedó fascinado por esta historia, contactó con el prisionero y le enseñó a utilizar equipos de grabación y cámaras mediante Skype. Durante más de un año, Sun Yi capturó en secreto imágenes de su vida cotidiana como defensor de los derechos humanos, provocando una tensa relación con las autoridades chinas. Una historia inspiradora y emotiva que a la vez revela un maravilloso triángulo de improbables héroes desconocidos que han osado exponer y denunciar la persecución permanente del gobierno chino contra millones de disidentes.